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Soy un treintañero que vive en Santiago de Chile.

Creo que tenía 5 o 6 años cuando descubrí el gusto por el bondage. Sencillamente, me comenzó a cautivar el hecho de ver alguna damisela en peligro por televisión o historietas. Creo que es un patrón similar en muchas personas con esta afición. ¿Quién no aprovechó la oportunidad en aquellos tiernos y siguientes años si había que jugar con el sexo opuesto a policías y ladrones (o cualquier cosa que se le pareciese)?

En fin. He practicado bondage en pareja. He sido y me considero más bien dominante, aunque estoy abierto a la posibilidad de tener un rol switch en alguna futura relación. Porque me excita un poco la idea de experimentar ese intercambio de poder.